Buenos días a tod@s!!
Ayer no os escribí porque os cambie por un cielo de mil estrellas ...es algo que debería hacer más a menudo porque sé que lo voy a echar mucho de menos cuando me vaya de aquí y es que al estar viviendo en un pueblo del interior rodeada solo de naturaleza, sin edificios, solo casas bajas y donde apenas gastan en luz, pues la verdad es que el cielo es impresionante. Me recuerda mucho a los cielos que veía de pequeña en la playa, porque ahora cuando voy a España la verdad es que se ven muy muy pocas.
Aquí ves miles y todas juntas, hice fotos pero en fin, creo que lo tendré que grabar más en mi memoria porque la fotografía no capta la belleza de ese momento en el que por más que me hables continuo callada, embobada. Cuanta grandeza.
Y lo más curioso es que si aparto la mirada del cielo un poco, veo muchas luciérnagas que se mueven como estrellas fugaces....hay que verlo para saber de lo que hablo. Pero en fin, como ahora estamos de veranito y por las noches es cuando mejor se puede estar en el jardín, pues hay que aprovecharlo.
Este fin de semana estuvo mi amiga Ruth en casa, a la cual le queda muy poquito ya en Brasil porque después de tres años la trasladan a España, y se quedó alucinada mientras se bañaba de noche en la piscina contemplando el cielo. -Guau- decía ella (os digo que es difícil mediar palabra). Y es que en So Paulo con tantos rascacielos y tantas luces no se ve el cielo, es más, allí parece que siempre es de día. Ella quedó encantada y yo también, pero ese día más por su compañía, y es que la voy a echar mucho de menos.
Las constelaciones siempre me han llamado mucho la atención, cuando veo el cielo siempre pienso: que será de mi futuro? Desde donde te miraré la próxima vez? Nunca te contesta por más preguntas que le hagas, pero ante tanta belleza al contemplarlo sabes que nada malo puede suceder, solo tienes sensación de paz.
Ahora empieza una nueva etapa en la vida de Ruth y también en la nuestra, habrá que aprender a vivir sin ella, pero sé que pase lo que pase siempre estaremos juntas como las estrellas, que aunque estén lejos unas de otras parecen que están cerca, en el mismo sitio y nunca se separan hasta que se apagan. Así que hasta que nos apaguemos te quiero en mi cielo, ese cielo de mil estrellas.
Un beso enorme y buena suerte en tu camino! Y en el de todos los que estéis comenzando una nueva etapa en la vida (a tí también Rocío) porque creo firmemente que las personas evolucionan y crecen, cuando emprenden nuevos caminos y desafíos.
Os dejo algunas fotos de la despedida que le hicimos el sábado a Ruth en La Costela (ya os hablé otra vez de este sitio), un bar mítico donde nos solemos reunir.
Con Ruth y los pajaritos del bar
Con las manos en la masa! viendo que se traía entrenamos la cocinera
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Asegurándonos de que viene bien calentita la famosa costela.
Con casi todo el equipo de españoles en Vassouras
Ahí te tendré siempre!